Motivación para periodistas: "Llamar a la caca, caca"

En la edición 2009 del Premio al Periodismo Económico que otorga la Academia de Centroamérica, estuvo presente Luis Miguel González, Director Editorial del Periódico Público-Milenio en Guadalajara, México.

Para el periodista, el objetivo del periodismo es revelarse. Si hay orden, hay que acudir a la imaginación y si hay caos, se debe buscar la precisión. No se trata de forzar los datos, sino de no quedarse pasivos ante la calma y ante la crisis. La tarea intelectual del periodista es la de armar historias, pero con significado y significantes.

Otra recomendación del periodista, que me parece muy válida en estos días en los que la inmediatez se ha puesto por encima de la profundidad, es la de buscar tendencias y no solo quedarse con la noticia del día. Aunque actos corruptos y atrasos en los proyectos e inoperancia del gobierno, sean cada día más frecuentes, no podemos concebirlo dentro de lo "normal".

Frente a otros que también quieren y pueden difundir información sin ser profesionales en comunicación, González dice que los periodistas tenemos que ser más exigentes en la búsqueda de nuevos temas, actores, fuentes, escenarios, ser más apegados a los datos y mejorar la capacidad de escribir. "Ser periodista es ser testigo y tiene que quedar claro que realmente estuvimos en el lugar" dice.

El buen periodismo requiere también apoyo de las empresas y de las sociedades. Esto no quiere decir que como profesionales nos estamos lavando las manos, por el contrario, tenemos un enorme reto de profesionalización y de creación de una comunidad entre compañeros que permita un verdadero compromiso por ser mejores, más competitivos, y más unidos en situaciones en las que una buena práctica esté amenazada". Hemos sido poco oportunos, superficiales y hemos mal entendido las solidaridad gremial.

En el video (la imagen no es la mejor pero las palabras bastan), González explica el éxito de los blogs frente a los medios de comunicación ya que los blogueros llaman las cosas por su nombre mientras que los periodistas nos hemos vuelto expertos en eufemismos.